Tu rol de madre sí es un trabajo
¿Te ha sucedido que al llegar la noche, piensas en las millones de cosas que hiciste o que no te diste cuenta en qué se te fue todo el día?. Es un pensamiento común entre quienes somos madres, es que la maternidad revoluciona nuestras vidas y nos trae nuevas formas de vivir el día a día, cambiando nuestras rutinas, actividades y prioridades. En ocasiones, ya sea ante tus ojos o los de otros, pareciera que hacemos “nada”, pues “sólo” estamos todo el día cuidando de uno o más hijos. Bueno, es tremendamente necesario aclarar que eso no es “nada”, sino que ¡es mucho!.
Las tareas y actividades diarias que involucra la crianza son muchísimas: cuidar, vestir, alimentar, consolar, jugar, hacer dormir, mediar entre hermanos, llevar al jardín/colegio y muchísimas otras. Estas rutinas, sumado a la actividad laboral, ocupan gran parte del tiempo y energía a diario.
¿Cómo conseguir un equilibrio sano?
Dentro de esta maratón de tareas aparece la necesidad de buscar un equilibrio, generando espacios para el autocuidado, el disfrute personal, la realización profesional, el tiempo en pareja o con amigos, el ocio y el descanso. Cuando algún área queda pendiente comienzas a sentir sus efectos y cuando te dejas de lado quedas en deuda contigo misma. La carga que esto conlleva puede afectar tu energía para la crianza y más importante aún, tu salud física y mental. Entonces ¿cómo lo hago para poder hacerlo “todo”?.
La clave es que “no eres un pulpo”. No puedes hacerlo todo, ni menos hacerlo sola. Lo fundamental es conectar con lo que realmente necesitas, consideras importante y te permite estar tranquila.
"La clave es que “no eres un pulpo”. No puedes hacerlo todo, ni menos hacerlo sola. Lo fundamental es conectar con lo que realmente necesitas, consideras importante y te permite estar tranquila"
Carolina Rubio Morales
Tips para llegar a un equilibrio sano
Aquí te dejo algunas ideas sencillas
- Toma papel y lápiz, organízate y prioriza: ¿te ha pasado qué tienes tantas cosas en la cabeza que no logras ordenarlas?. A veces sólo basta con anotarlas para poder aterrizar lo que debes hacer y darle un orden y sentido. Identifica lo urgente e imprescindible y posterga lo que pueda esperar o no sea tan relevante.
- Intenta hacer algún tipo de planificación semanal, siempre dispuesta a flexibilizar, para ir distribuyendo mejor tu tiempo. Te resultará más fácil identificar espacios “libres” y sobrecargas.
- Establecer rutinas (flexibles también) puede ayudarte a no perder tiempo improvisando cómo resolver temas cotidianos.
- Pide y acepta ayuda e intenta delegar actividades: no tienes que hacerlo todo tú.
- No temas decir que no cuando sea necesario.
- Suelta lo que no depende de ti, lo que no puedes controlar.
- Reserva un tiempo para el autocuidado, descanso y desconéctate de la tecnología: mente y cuerpo descansados te ayudarán a reponer energías y rendir mejor en el día a día. No abuses de las pantallas, las redes sociales pueden entretener, pero también puedes perder tiempo valioso para conectar en el mundo real con otros, oportunidades de descanso o sueño mientras estás frente al celular.
Carolina Rubio Morales
Enfermera, Mg.
Consejera de Lactancia, Doula, Guía de Masaje Infantil
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