Por mucho tiempo, el rol de la figura paterna dentro de la familia, fue principalmente el de salir a trabajar para cumplir con la función de proveedor. Afortunadamente, esto ha ido cambiando paulatinamente, y los padres han ido desarrollando un papel más activo, participativo y co responsable en la crianza.
Tras el nacimiento de un hijo, el rol del padre es de mucha importancia, como figura de comunicación con el entorno, protección y cuidado. Su participación activa en la adaptación familiar ante la llegada de un hijo, ayuda a brindar las condiciones necesarias para que logres estar tranquila para amamantar y cuidar a tu bebé, con el menor estrés posible y con la intimidad que necesitan en los primeros días. En términos simples: él debe cuidarte a ti para que tú puedas cuidar adecuada y tranquilamente a tu bebe (y a ti misma), así como proteger el vínculo entre ustedes.
Muchas personas se preguntan ¿y cómo puede un padre participar en la lactancia si amamantar es cosa de madres?. La respuesta es: un padre puede hacer de todo, menos amamantar, y la lactancia es mucho más que dar el pecho.
Para muchas madres, la lactancia puede resultar muy demandante los primeros días (e incluso meses). En dichos momentos, el rol del padre es trascendental facilitando el descanso materno, con actividades como:
- Hacerse cargo de las labores domésticas o si hay otra persona que las asumirá, preocuparse de coordinar que todo funcione.
- Cuidar y brindar la contención necesaria a los nuevos hermanos mayores, si hay otros hijos. Ellos necesitarán amor, atención y tiempo.
- Gestionar y controlar las visitas al bebé y madre recién nacida.
- Cambiar pañales, hacer dormir, bañar, pasear, mecer, abrazar, dar calor al bebé.
- Cuidar al bebé mientras duermes, te das un baño o haces algo “para ti”.
En lo ligado a la lactancia:
- Acompañarte en la primera toma, si así lo deseas.
- Ayudarte a lograr una postura cómoda para amamantar.
- Ayudarte a posicionar bien a tu bebé.
- Intentar calmar al bebé antes de ponerlo al pecho, si fuese necesario.
- “Sacar chanchitos” si se requiere.
- Llevarte agua o prepararte algo fácil de comer, si sientes sed o hambre mientras das pecho.
- Acompañarte y apoyarte si te sientes incómoda de amamantar en público y necesitas hacerlo.
El padre juega un rol importante, y cuando tiene una actitud positiva hacia la lactancia y se convierte en un apoyo para ello, influye positivamente en tu estado de ánimo y en tu confianza para amamantar, aumentando las posibilidades de mantener la lactancia por más tiempo. Su papel como soporte y protector es fundamental. Es de mucha ayuda conversar abiertamente estos temas previo al nacimiento del bebé, para poder “trabajar en equipo” gozando esta etapa y comprendiendo que, si bien en este primer periodo tu bebé sólo tendrá lazos de apego intenso contigo (ya que inicialmente sólo puede tener una figura de apego importante), con el pasar de los meses vendrán otros hitos en el camino, en los que podrá involucrarse cada vez más e ir desarrollando sus propios vínculos padre/hijo.
Carolina Rubio Morales
Enfermera, Mg.
Consejera de Lactancia, Doula, Guía de Masaje Infantil
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