El momento del primer baño es uno de esos tantos hitos especiales que esperamos como mamá. En Chile, la recomendación es realizarlo dos o tres días posterior a la caída del cordón umbilical (que suele ocurrir en un rango amplio, entre el día 5 y 15 de vida), aunque en otros países se realiza desde los primeros días después de nacido.
La idea es hacer de esta experiencia lo más agradable posible para ambos, aunque puede suceder que las primeras veces tu bebé no se sienta tan a gusto en el contacto con el agua. Intenta estar relajada y tranquila y si te hace sentir mejor, busca el momento en que puedas estar en compañía (tu relajación o ansiedad es percibida por tu bebé).
Recomendaciones para preparar el baño
- El mejor momento lo decides tú: puede ser la hora más cálida del día o previo al sueño nocturno, lo que a ustedes les haga sentir cómodos. No es recomendable hacerlo inmediatamente después de la alimentación.
- La temperatura del lugar debe ser cálida (aprox. 25°C) y sin corrientes de aire.
- Debes tener a tu alcance todos los elementos que vayas a necesitar: toalla (con capucha ayuda a que no se enfríe), jabón neutro, esponja o toalla suave, un vaso plástico pequeño para ayudar a enjuagar si así te es más fácil. Si olvidaste algo intenta solucionarlo, pero nunca dejes sólo a tu bebé.
- No es necesario llenar la bañera, con máximo 15 centímetros de agua es suficiente.
- El agua debe estar templada (no caliente), entre 30 y 34°C. Una buena forma de probarla es introduciendo tu codo (debes sentirla tibia).
- Toda tu atención debe estar en este momento, para tener una experiencia segura y sin riesgos.
¡Entrando al agua!
- Sostén a tu bebé con un brazo detrás de su espalda y el otro déjalo libre para bañarlo. Introdúcelo al agua lenta y suavemente, comenzando por los pies. La mayoría del cuerpo no necesita estar bajo el agua (por seguridad). Háblale con calma, explícale lo que está sucediendo y dale tiempo para adaptarse.
- Comienza a lavarlo con movimientos suaves. Puedes partir por la cabeza, usando una pequeña cantidad del mismo jabón neutro para el pelo. Para la cara, usa una toalla pequeña húmeda para lavarla (que también te servirá para secarla si le cae agua accidentalmente).
- Lava el resto del cuerpo, limpia bien los pliegues como axilas, codos, manos, rodillas.
- El baño no necesita ser muy largo, pero si tu bebé lo está disfrutando puedes dejarlo unos minutos más. Preocúpate que no se enfríe, vertiendo agua sobre su cuerpo cada cierto tiempo (atenta a la temperatura del agua).
Salir del agua
- Cúbrelo con suavidad y rápidamente con una toalla para que se empape, incluida su cabeza para que no pierda calor.
- Sécalo bien, con especial cuidado en sus pliegues y zona del pañal y luego vístelo. No se recomiendan productos como talcos o colonias.
Y por último ¡disfruta este momento!. Intenta que se transforme en un instante de relajación, aprovechando la oportunidad del contacto piel con piel entre ustedes, que siempre tendrá un efecto calmante en tu bebé. Una vez tu bebé comience a relajarse con el baño, se transformará en una actividad relajante, ideal para que luego puedas darle su leche y hacerlo dormir.
Carolina Rubio Morales
Enfermera, Mg.
Consejera de Lactancia, Doula, Guía de Masaje Infantil
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