Existe un mito muy arraigado, que dice que al estar amamantando no se puede tomar medicamentos, “sólo paracetamol”, escuché una vez en alguna conversación.
En primer lugar, es muy importante recordar que si vas a consumir un medicamento debe ser siempre bajo indicación de un profesional autorizado para ello. La automedicación puede no tener el efecto que buscabas o incluso ser riesgosa, teniendo efectos no deseados. Esto cobra más relevancia aún cuando estás amamantando, ya que los fármacos pueden afectar no sólo a ti, sino también tu bebé.
Volviendo al mito mencionado, es bueno saber que existen muchísimos medicamentos compatibles con la lactancia, por lo que una madre que amamanta sí puede consumir los fármacos necesarios para su situación de salud. Y es que no sólo por el hecho de ser una sustancia química se encuentran contraindicados, ya que su compatibilidad con la lactancia depende de muchos factores: su composición y otras características propias del medicamento, cómo se comportan en el organismo una vez que son ingeridos por la madre, en qué forma y cantidad llegarán a la leche materna o al cuerpo del bebé o niño, la edad del niño, etc.
Cada vez que busques atención médica por un problema de salud que requiera un tratamiento con fármacos es muy importante que menciones si te encuentras amamantando, para que el profesional elija la mejor alternativa para tu situación. Si por algún motivo se presentan dudas respecto a si el tratamiento indicado es compatible con la lactancia, puedes consultar en e-lactancia.org (un recurso de la Asociación para la Promoción e Investigación científica y cultural de la Lactancia Materna) y por qué no, también puedes dar a conocer este recurso a tu equipo de salud, si es que aún no lo conocen. Todos podemos ayudar a que cada vez se conozca más sobre la lactancia materna y a desterrar los mitos que la rodean.
La información es poder, y por eso, es de mucha ayuda saber que por el hecho de encontrarte en periodo de lactancia, no tienes que aguantar el dolor ni otro tipo de molestias, ya que puedes acceder a tratamientos con fármacos en forma segura y adecuada a tu realidad como madre que amamanta. No te automediques y busca siempre atención de salud en forma oportuna, ya que para cuidar a otros, debes cuidarte tú primero.
Carolina Rubio Morales
Enfermera, Mg.
Consejera de Lactancia, Doula, Guía de Masaje Infantil
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