Lactancia
Durante el embarazo, mientras tu bebé crece y se desarrolla, como mamá también te vas preparando, tanto en forma natural como intencionada. Para el momento del nacimiento, es posible que tengas muchas expectativas como mamá, sin embargo, tu bebé espera sólo una cosa: el contacto contigo.
Tras el nacimiento, continúa necesitando la contención, el contacto, la regulación de temperatura, el sonido de tu voz y tu corazón, así como la alimentación permanente que tenía dentro de tu vientre. La alimentación al pecho materno puede satisfacer todas estas necesidades y para ello, el recién nacido sano nace sabiendo mamar, en una conducta instintiva para la viene preparado, con reflejos y sentidos dispuestos a encontrar el alimento en tu cuerpo de madre.
Para las mamás es algo diferente, pues la lactancia está influenciada por aspectos físicos (de tu cuerpo que se preparó durante el embarazo), pero también del entorno social y cultural.
En lo social, los estilos de vida actuales hacen que la maternidad sea vivida más en solitario, sin el apoyo que es fundamental en la lactancia (y crianza). Por otro lado, la pérdida de la “cultura de la lactancia” ha hecho florecer miles de mitos, y quizás al encuentro con tu bebé, como mamá recién nacida, no poseas referencias de otras mujeres amamantando (amigas, hermanas o tu propia madre) y no te sientes tan segura de cómo hacerlo, siendo necesario aprender algunas cosas.
Todo esto podría afectar tu confianza, dudando de tu capacidad para amamantar y confiar en ti es un pilar importantísimo para la lactancia.
Prepararse para amamantar desde el embarazo ayuda a nutrir esta semilla de confianza materna, para que florezca en todo su esplendor cuando tengas a tu bebé en tus brazos.
Lactancia en Comunidad
Conectar con otras mujeres que puedan acercarse a la práctica de la lactancia no sólo ayuda a familiarizarte con el acto de amamantar, sino también va tejiendo una red de apoyo, cuyos vínculos habitualmente perduran en el posparto y pueden ser de mucha ayuda.
Acercarte al mundo de la lactancia mientras estás gestando, es también una oportunidad para derribar mitos y adquirir información que te ayudará llegado el momento de dar pecho, y te servirá para decidir informadamente.
Cuando tengas a tu bebé con todos sus sentidos buscando mamar, ya conocerás algunas formas de tomarlo y acercarlo al pecho. Sabrás, por ejemplo, que al nacer tu bebé no necesita grandes cantidades de leche y que esas pequeñas gotas de calostro son oro líquido (y son justo lo que necesita), podrás reconocer su necesidad de estar en contacto permanente contigo, sus señales de hambre, como proteger la lactancia para mantenerla en el tiempo, entre muchos otros temas.
También estarás más conectada con la necesidad de cuidarte tú y de pedir ayuda cuando sientas que algo no anda bien, ya que para cuidar a ese pequeño ser que depende de ti, debes cuidarte y estar bien tú primero.
"Prepararte para la lactancia desde el embarazo, te ayuda a enfrentar ese maravilloso momento en que al fin tienes a tu hijo en brazos, con menos incertidumbre, con mayor confianza en las capacidades naturales que tu bebé y tú poseen (tú eres todo y tienes todo lo que tu bebé necesita), así con la información necesaria para tomar las decisiones que sientas son las mejores para ambos, en términos de lactancia materna."
Carolina Rubio Morales
Importante Considerar
Es importante que tengas en consideración tres puntos principales tras leer este artículo:
- La alimentación al pecho materno puede satisfacer todas las necesidades alimenticias del bebé
- Recuerda conectar y estar presente contigo misma siempre
- Confía en tus capacidades, si sientes que necesitas ayuda, pídela a un profesional
Reserva tu evaluación personalizada
Sólo te tomará unos segundos, se te confirmará la atención según disponibilidad de nuestros especialistas.