Convertirnos en madres: Aprendiendo a vestir una nueva forma de ser mujer

 Pero aquí me detengo a preguntarte:

 ¿Cómo estás tú?, ¿Cómo te sientes tú? Mucho se habla del bebé, del tipo de parto y de su desarrollo, información que por cierto es tremendamente importante, pero en este camino hay un elemento crucial que a veces se pasa por alto y ese eres TÚ.

Importancia de la salud mental en la Mujer Madre

La salud mental de la madre y el sostén que tiene a su alrededor es fundamental para poder mirar la ecuación de forma completa. Socialmente, la importancia de mirar nuestros propios procesos al convertirnos en madres ha sido invisibilizada a lo largo de las generaciones, lo que ha generado un profundo sentimiento de soledad en este importante camino que transitamos las mujeres.

Es necesario, por lo tanto, considerar a ambos, por una parte debemos mirar al bebé, pero para poder mirarlo en su totalidad no debemos perder de vista a la madre que lo sostiene. Si no miramos esto como una sola globalidad es muy difícil pensar en el bienestar completo de la cría. 

Mirarnos a nosotras, a veces viene cargado de culpa, porque el convertirse en madre se asocia a una enorme carga de mitos, principalmente relacionados con el sacrificio y la postergación de nuestros propios deseos personales, esto trae como consecuencia no dar espacio a esta nueva mujer que nace con la llegada de su recién nacido.

Con toda seguridad frente a la llegada de tu bebé, también tú pasarás por procesos personales tan importantes como cuidar y velar por la seguridad de tu hijo, y estos procesos son tan relevantes que influyen en cómo te vincularás y relacionarás con este pequeño ser humano que llega al mundo.

Probablemente la forma en que te ves a ti misma, ves el mundo y a los demás también pasará por un proceso de transformación, y junto a ello, el puerperio, las emociones y las hormonas juegan un papel trascendental. Este tránsito, está cargado de emociones, tales como la felicidad, el placer, la tristeza, el miedo, la incertidumbre y la ansiedad por volver a ser funcionales ante la sociedad (esto se refiere a ser productiva, retornar al mundo laboral y no sólo ello, sino también con respecto a la sexualidad).

El poder conocer este camino (no sólo las mujeres sino que también su entorno) otorgarles el tiempo que necesitan estas áreas de tu vida para acomodarse, es una forma de proteger la salud mental materna, ya que favorece el empoderamiento femenino y a sentirnos un poco más seguras en esta etapa de cambios. 

Finalmente nuestra nueva identidad femenina, toma tiempo, no es algo inmediato que surge de la noche a la mañana, pero sí te digo que es importante darte el espacio, explorar las emociones que vayan apareciendo, hablar con tu entorno y pareja acerca de lo que te pueda estar pasando y pedir ayuda profesional si es que lo consideras necesario, porque como todo proceso de cambio, pueden haber momentos de mucha dificultad y duda acerca de lo que estás enfrentando, pero a la vez momentos de grandes satisfacciones. Por eso es importante confiar, a pesar de que no tengas certeza del resultado, es importante conocerte a ti misma tus propios logros y ser compasiva con tus propios errores y fracasos. Esto te permitirá disfrutar, tomarte las cosas con calma te dará el tiempo necesario para aprender a vestir esta nueva piel en compañía de lo más hermoso que es tu hijo.

Por eso es importante, rodearte de tu tribu, acompañarte, asesorarte por profesionales preparados en el tema, darle espacio a tus temores y preocupaciones, y no sólo las tuyas, también las de tu pareja o círculo cercano.